Eran 4 los que jugaban, ahora son 5 los que revolotean por el bosque, gracias al viraje de Blancanieves Guardiola con la salida cruyfiana en 3-1-6. Discúlpenme la libertad de seguir manteniendo al margen –en la terminología- a Messi. Es omnipotente. Percute con piedra, papel, tijera y cañón.
3+1=5
Misma línea que en Valencia, antagónica disposición en aras de ganar un efectivo más con un mismo nombre: Busquets. Si en Mestalla fue una decisión errónea alzar a Alves al extremo para jugar con línea de 3 al corte -más Busquets entre dos aguas-, y así conceder la superioridad che en el desdoblamiento Jordi Alba-Mathieu, frente al Atlético el panorama pintó de otro color. Alves cerrando de central diestro en fase defensiva y protegido por Mascherano en la transición, la secuencia de la basculación se completaba con la incrustación de Busquets en la zona que delimita el líbero y el vértice. El resultado no solo era tapar las líneas de pase a Falcao, sino también dar salida al balón sin reducir el peso en la base de los primeros enanitos. El nulo talento de los anteayer laterales rojiblancos y la disposición interna de los falsos extremos rojiblancos facilitaba el ahogamiento en el carril central.
4+2=7
Busquets se convertía en el cuarto elemento defensivo con el fin de aumentar enanitos en zona ancha. Por delante, se arrimaban al círculo central Xavi, Thiago y Cesc. También Messi cuando retrocedía a descargar la jugada o a iniciar la estampida, pasando de “9” a “10” en el momento del brote, generando la segunda superioridad, ésta en zona atacante (entiéndase la diferencia entre la ventaja natural que origina Messi y la artificial de Busquets que propicia Guardiola). La acumulación de efectivos diluía las opciones atléticas de adueñarse del balón. La recuperación blaugrana se activaba con una simple corrección de posición. Xavi lideraba en campo ajeno, dotando de mayor agresividad a la transición. Thiago y Fábregas permutaban con Hernández para enjuagar la circulación y escalonar las líneas de pase. Por fuera, Villa y Pedro ensanchaban con y sin balón, convirtiendo en un filón la espalda de Perea y Antonio López. Por dentro, rompía Messi como si de un derribo de paredes de azúcar glass se tratase. “Fácil”, “sencillo” y para toda la familia (sí, sin comillas).
La manzana mordida
El letargo madridista duró buena parte del primer acto. Lo que tardó Mourinho en sentar a un infame Lass para dar cancha a Özil, que debería ser indiscutible en cualquier circunstancia y escenario. La goleada –alentada por el espíritu bravío que contagia Ronaldo- fue engañosa, los tantos no camuflaron los evidentes problemas defensivos del equipo blanco, tampoco el bajón físico, ni la sobredosis de verticalidad que suministra Di María (Canales aprueba este comentario). Agazapados hasta tiempos mejores.
Bonita liga
Betis 12 (hoy, a las 21.00, frente al Getafe para aumentar ventaja), Barcelona 11, Levante 11 (sí, ahí están), Sevilla 11, Real Madrid 10, Málaga 10 y Valencia 10. 7 equipos en 2 puntos. Atractivo inicio liguero que está callando muchas voces. Esperemos que dure esa reducida franja algunas jornadas más. Franja en la que no están Atlético, Villareal y Athletic.
Del banquillo al camerino: Vuelve la Champions. Madrid-Ajax, Bate Borisov-Barcelona, Nápoles-Villareal y el plato fuerte: Valencia-Chelsea. Aliciente añadido con el regreso de Juan Mata, epicentro del nuevo proyecto de los londinenses. Interesante duelo en los banquillos: Emery contra Vilas-Boas.