Fueron 45 minutos de puro
oscurantismo goyesco. Suficientes para
que el Atlético enderezase una victoria que no se le escapó en los 45 restantes
por
falta de fe blanquivioleta y por
el esperpento de Muñiz Fernández. Sin Ebert,
Djukic modificó la hoja de ruta e
invirtió la tendencia de las bandas: Omar, a pierna cambiada, sin
automatismos con Rukavina y frágil en la ocupación del sector central; Bueno,
desde izquierda, con mayor productividad a la hora de tirar la diagonal. El
técnico serbio
se equivocó restando
en amplitud y dificultando la creación de ventajas posicionales: caramelo para
que Simeone cerrase sin grandes esfuerzos. Para colmo, el insuficiente aporte
de Javi Guerra permitía descansar el sistema defensivo a lomos de Miranda y
Godín, habilitando para que Juanfran y Filipe ensanchasen y, por dentro,
Arda escabechase los ataques. Unos
ataques que anunciaban con percusión la presencia intimidatoria del rock duro
colombiano, viéndose desbordado el doble pivote.
Jaime, redimiéndose del error ante el Betis, evitó que Radamel
rompierá en ebullición más de una vez. El error de Courtois revertía
sensaciones pero sólo Bueno creyó en un empate que no llegó, pese a que la
imagen vallisoletana mejoró –a poco- cualitativamente en la segunda mitad.
Manucho incomodó al final en el partido del debut de Sereno como titular.
Partido en el que quedo en evidencia
la
importancia de Ebert en el plano físico y de ruptura sin balón. Seguimos
encallados en los seis puntos tras la tercera derrota consecutiva. El próximo
domingo, el choque
frente al Rayo es
de sumaria necesidad.
Del banquillo al camerino: Mañana, breve análisis del encuentro aplazado que acaba de finalizar en Vallecas. Romo Real Madrid que no ha aprovechado las concesiones de los de Paco Jémez.
Notas
Jaime 8
Rukavina 4,5
Sereno 5
Valiente 6
Balenziaga 5
Álvaro Rubio 5,5
Víctor Pérez 5
Omar 5
Óscar 5
Bueno 7
Javi Guerra 4,5
Manucho 5,5
Lolo 5,5
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