martes, 13 de diciembre de 2011

FUNNY GAMES

Todo comienza con ese sentimiento de euforia (similar al que rodea a unas plácidas vacaciones), sabedores de la dinámica positiva y ese plus en forma de regalo caído del cielo que es el gol. La placidez se va tornando lentamente en el contratiempo y la incomodidad, los cuales se acentúan cuando el vecino se adueña de tu posesión. El contratiempo y la incomodidad se transforman en tormento cuando la batalla mental amilana la moral. El tormento muta a tortura personal cuando claudicas ante el reto psicológico que te ha lanzado el contrario.

Y es que el factor psicológico presidió las hostilidades del duelo, alzó y menguó el estado anímico, viró la dinámica y agarrotó el gesto técnico. Fue el cuchillo que -al ritmo del gol y de las decisiones tácticas de Guardiola- amojonó el partido en tres linderos: desde el pitido inicial hasta el zarpazo de Alexis; desde el 1-1 hasta el mazazo del churrigol de Xavi; desde el 1-2 hasta el momento de encarar el túnel de vestuarios. Vayamos al juego.



PARTE 1 (hasta el minuto 29): “El vecino ni en el hall”

Presión feroz y adelantada de la línea superior madridista a la salida de balón blaugrana propiciando el fallo del mejor portero del mundo en el juego de pies: Víctor Valdés. Mejor imposible. Obligas a Xavi a bajar a la altura de Puyol (sin necesidad de marca férrea pues en campo propio no tiene capacidad de impacto) y enseñas hasta donde alzas tu línea defensiva y en qué zona empieza tu intimidación (imagen 1. Minuto 1).  El 4-2-3-1 de Mourinho es claro. Mientras, Guardiola cierra filas en torno a un 4-3-3 con Cesc como interior y la decisión de “sacrificar” a Iniesta de la pizarra para fijar a Coentrao y propiciar en el juego un 9 contra 9 con inclinación hacia la banda izquierda madridista. La trampa se teje ligeramente. Si bien FC Barcelona es anulado en fase ofensiva mediante el fuerte pressing blanco (un notable Lass encimando a Messi y una única vía con salida en balde de Piqué) y la anticipación, no deja maniobrar la transición ofensiva del contrario en zona del segundo foco de salida más importante del equipo tras Xabi: Marcelo. Ahí se muestra un trío cerrado y escalonado (Alves-Puyol-Piqué) que maniata de espaldas a Ronaldo y ofusca a Marcelo (imagen 2. Minuto 5). Para abortar la ruptura desde segunda línea emergía Busquets. Sólo un gigante Karim Benzema –Top 7 Mundial- interpretaba las necesidades del equipo. Pese a ello, la calidad de los jugadores madridistas para batir por piernas es palmaria, y es ahí donde pudo y debió estar la sentencia. Hasta cuatro fueron los fallos de lectura en transiciones ventajosas hasta que se igualara el choque, tres de Ronaldo (ejemplo en la imagen 3. Minuto 27) y uno de Lass. 

En el fragor de imprecisiones individuales de un desafortunado Ronaldo, Guardiola protagonizaba el primer movimiento de piezas en escasos 17 minutos: adelantaba la posición de Alves y semi incrustaba a Busquets en la línea defensiva para corregir los espacios entre Piqué y Abidal. A caballo entre el 3-4-3 y el 4-3-3. El efecto ofensivo fue intimidatorio pues desorientó aún más a Marcelo y concedió más espacio central a Messi, amén del creado por el excepcional trabajo de Alexis fijando de espaldas a los centrales. Ahí residió una de las claves. Clave que dejó el siguiente escenario: Iniesta y Alves anulando el juego interior de los laterales blancos, Alexis fijando a los dos centrales, Messi rompiendo, Pepe o Ramos siempre saliendo y Alexis aprovechando la coyuntura para la estampida (la imagen 4 es la primera de muchas a lo largo del partido. Minuto 17). Xavi y Fábregas secundarios. El movimiento no se tradujo en ocasiones claras, al margen de la acción aislada de Messi tras fallo de Ramos que solventó Casillas con formidable estirada. Hasta entonces, el Real Madrid había transitado en defensa de manera exitosa y había perdonado un 2-0 muy suculento para amarrar el partido y la liga.


PARTE 2 (desde el minuto 30 hasta el 52): “El vecino invadiendo el centro de tu salón”

El empate escapa de planteamientos y responde a la apabullante superioridad que ejerce Leo Messi en el fútbol mundial. Tal vez Lass o Ramos pudieron desbaratar la jugada con amarilla (Xabi ya la había recibido) o Coentrao cerrar más su posición para llegar a Alexis, quién sabe. Lo cierto es que Leo causa pavor, empequeñece al resto. El gol trajo consigo el miedo escénico y las consecuencias fueron varias: el Real bajó intensidad y retrocedió líneas, Xavi comenzó a pisar campo ajeno y Guardiola hizo que Iniesta entrase en escena. El de Fuentealbilla centró su posición para generar la superioridad numérica y espacial en zona ancha, alternando la posición con Cesc. Así acabaron los primeros 45 minutos y empezó el segundo acto. Y con él un Real Madrid que se atisbaba más agrietado (imagen 5 es el preludio a lo que luego iba a ocurrir) entre centrales y doble pivote. Era el momento de Khedira como efecto corrector. La situación llamaba a gritos a la cohesión. Pasar del 4-2-3-1 al 4-3-3. Guardiola realizaba su tercera variación táctica colocando a Alves ya como extremo y cerrando con Busquets un 4-4-2. El Real no encontraba espacios, Xabi se orientaba mal y el recurso en la salida era un balón perdido de Pepe. El presagio que recoge la imagen 4 trae a colación la jugada anterior al desafortunado gol, donde Iniesta y Messi maquinan, Alexis fija y Alves crea la ventaja  (imagen 6. Minuto 51). Una y otra vez se repetió esta imagen a la espalda de Xabi y Lass, pendientes de neutralizar la superioridad culé en zona central. En ¾, cualquier movimiento de ruptura de Messi era letal para sacar a Ramos o a Pepe y generar la ventaja Alexis. El 1-2 era un jarro de agua frío para el estado anímico. La única vía de escape pasaba por huir de la red tejida en torno a Puyol y buscar la diagonal al eslabón débil del actual Barça: Piqué.


PARTE 3 (desde el minuto 53 hasta el 90): “Desolados en el salón”

Mourinho reaccionaba muy tarde. El equipo no llegaba a los balones. Fueron 12 los minutos en los que el descontrol se convirtió en irreversible. Los mismos que separaron el 1-2 del 1-3. Los mismos en los que Ronaldo dispuso de un cabezazo inexplicablemente mal dirigido y de varias diagonales sin éxito. El FC Barcelona ya se había adueñado del centro del campo y el nerviosismo apoderado de los blancos (cascada de tarjetas). El correcalles pedía mayores desdoblamientos de Marcelo tras caída a banda de Benzema con diagonal de Ronaldo para dispersar a Piqué (imagen 7. Minuto 55). Alexis, Messi e Iniesta seguían con la escabechina. Xavi ya no sólo pisaba campo contrario sino que percutía en el área. El 1-3 firmaba la sentencia y evidenciaba los desbarajustes (Coentrao va al suelo donde no tiene que ir y Marcelo se ubica mal en el centro de Alves). Empezaba el recital plástico del tercer mejor jugador del mundo: Andrés Iniesta. Ejercía de domador. Los cambios ya no tenían ni voz ni voto en el conjunto blanco. Permutaban sin éxito Ronaldo y Di María, Kaká buscaba la jugada individual. No había ni plan ni confianza. La zona ancha era un solar copado por blaugranas (imagen 8. Minuto 70). Un tercio de partido apoderado del devastador efecto psicológico. Sin rectificado táctico de Mourinho. Se iguala la liga.


Del banquillo al camerino: Copa del Rey hoy, Europa League mañana y pasado y Mundial del Clubs (Barcelona-Al Sadd) también el jueves abrirán el apetito al decisivo Sevilla-Real Madrid del sábado.


8 comentarios:

  1. Me quito el sombrero. Escalofriante análisis.

    ResponderEliminar
  2. Magnífico como siempre, y muy cerca de lo que vi, el Barcelona se nos fue vivo por factores psicológicos, pero ni fue un baño ni una masacre, faltó potenciar el mediocampo cuando las fuerzas bajaron y el Barcelona pasó a controlar al encontrarse con los dos goles.

    Sencillamente magistral. Enhorabuena

    ResponderEliminar
  3. Magnífico análisis, de esos que conviene y apetece leer y releer para quedarse con todo.
    Por cierto, gran película Funny Games (aunque solamente he visto el remake).

    ResponderEliminar
  4. Excelente análisis,el partido dejo una cosa muy clara y es que Guardiola es muchisimo mejor estratega ofensivo que Mourinho.

    ResponderEliminar
  5. Me gustaría que lo pusieras en el foro o como mínimo que me dieras permiso para que lo haga yo si a ti no te apetece volver a asomarte por ahí.

    ResponderEliminar
  6. Articulazo, crack, me encantó.

    ¿Iniciamos debate? ¿En qué estás en desacuerdo conmigo?

    ResponderEliminar
  7. Muy bueno. A ver si escribes más, da gusto leerte.

    ResponderEliminar