lunes, 27 de junio de 2011

SIN PERDÓN

Gira y gira la rueda del éxito de nuestro fútbol. Y lo hace sin titubeos, con mira hacia el futuro, reforzándose el estilo victorioso plasmado en Eurocopa y Mundial por la absoluta, corroborado por nuestra Sub-21: flamante y reciente campeona de Europa. La fábrica de talentos no descansa ni en festivo. Un estilo avasallante, sin concesiones ni donativos, tejido con plasticidad, demoledor en el dominio, sin espacio para la redención. Dirigidos por el implacable Luis Milla y espoleado por los 11 cazarecompensas que siguen a continuación: De Gea; Montoya, Botía, Domínguez, Didac; Javi Martínez, Thiago, Ander Herrera; Muniain, Adrián y Mata. Dinamarca como escenario, Suiza como digno rival y el continente entero como testigo.


Dos absolutos para sumar
Rescatados Mata y Javi Martínez para dotar de experiencia en zona ancha y en la vanguardia. El valencianista erigido en líder espiritual en los momentos más complicados (la dura semifinal ante Bielorrusia), partiendo a pierna cambiada desde flanco diestro y abarcando la zona de influencia del mediapunta. Un escándalo en el plano táctico con y sin balón, dañino en las triangulaciones cerca de área rival. Por otro lado, el mediocampista del Athletic ejerciendo de mariscal en su conversión como eje central sin pivote guardaespaldas, aglutinando el posicionamiento y la recuperación, percutiendo en la salida del balón y el descuelgue: un cuerpo de “6” con alma de “8”. Tal vez el MVP moral del campeonato.

El 4-3-3 de Milla
Junto al novedoso papel de vértice de Javi Martínez, el turolense ha planteado un 4-3-3 con interiores de vocación ofensiva y sobresaliente nivel técnico: Thiago y Ander Herrera (fabuloso su campeonato). Ambos no sólo han cumplido el rol de canalizadores del juego, también el de brillantes peloteros desde segunda línea, habilitados por los espacios generados por el MVP y goleador del torneo: Adrián López. Éste último ha confirmado su formidable capacidad de desmarque y caída a ambas bandas como falso “9”. Ganar en autoconfianza y dar continuidad a su olfato goleador son los dos factores que podrían hacer de él un delantero de relevante entidad. El mentado Mata y el león Muniain –activo y desequilibrante en el uno contra uno- han completado el poderoso arsenal atacante.

La infranqueable línea defensiva ha contado con la sobriedad de Botía y Domínguez en el centro, el apoyo de Martín Montoya y Didac Vilá en los laterales y la jerarquía de De Gea bajo los palos. Contundente el sistema en todos los partidos, especialmente en la gran final contra Suiza para frenar al eléctrico Shakiri y al potente Emeghara.

Aladdín Alcántara
Navega entre el perfil Ronaldinho, Deco y Xavi. Con madera para aglutinar algunas de las mejores virtudes de los tres, también carácter para reunir el lado oscuro de los dos primeros. Capacitado para ubicar en altura su propio techo. Ha mostrados destellos de su genialidad en casi todos los enfrentamientos, rubricado con su sublime gol en la final. Superlativo en técnica, poderoso en físico y mejorable en táctica. Debe ganar en continuidad en el tempo del partido, también prescindir de florituras recargadas en zonas superfluas. Condiciones para marcar época le sobran.

Ahora a por el Mundial Sub-20
A un mes para el torneo. Partiremos con la vitola de favoritos junto –principalmente- a Brasil, Argentina y Francia. A falta de unos días para la convocatoria oficial, se presume una escuadra que asusta: con la base de la Quinta de Thiago –que será ausente por decisión personal- con los Canales, Romeu, Pulido, Pacheco o Bartra; Muniain y Montoya que se sumarán a la categoría; más parte de la base de los Sub-19 con Isco, Koke, Sergi Roberto o Muniesa. Huele a tortas por sacar plaza en mediocampo y zona de trescuartos. Con probabilidad, se mantendrá el 4-3-3 con trío de mediocampistas de toque, dos falsos extremos y un delantero móvil. El reciente fichaje oportista Iturbe por Argentina y el interista Coutinho por Brasil se presentan como los dos grandes atractivos a nivel individual.

Del banquillo al camerino: A golpe de petrodólar se está construyendo el nuevo Málaga: Buonanotte, Monreal, Van Nistelrooy, Toulalan, Mathijsen y Joaquín, que sumados a los Baptista, Rondón, Gámez, Demichelis, Juanmi, Apoño o Duda invitan al optimismo de los de Pellegrini. Mimbres suficientes para armar un equipo competitivo y vistoso.Y aún suenan como bombazos Cazorla o Pastore. ¿Llamará la Europa League a sus puertas?.

MEMORIAS DE ÁFRICA

 Camerún del 90, Nigeria del 94 y 98, Senegal del 2002, Costa de Marfil del 2006 o Ghana del 2010. Selecciones africanas que cumplieron más que un digno papel en los últimos Mundiales, sin perjuicio de otras no tan exitosas pero de indudables mimbres. Gratas revelaciones o potentes combinados con potencial para empujar contra las cuerdas a países legendarios. En la mayoría de los casos, el nivel de la escuadra menguaría sin sus voraces delanteros. El auge de las mismas no sería proclive a darse sin las credenciales goleadoras de los anteriores. En la decadencia del colonialismo, la era sucesora al chacal cinegético blanco, se empezó a gestar –de manera premonitoria- el idilio del “9” africano con el gol, como si de una suerte de simbiosis Finch-Hatton y Karen Blixter se tratase. Camaleónica, por supuesto. Sus sucesores, esculpidos en ébano, los que siguen.


Hablar de Roger Milla es hacerlo de la jovial eclosión de la África negra en la competición de selecciones más importante. Perdurará en las retinas su tribal celebración en el banderín del córner (junto a los Oman-Biyik, Makanaky y compañía), así como su pillería a la hora de robar la cartera en el centro del campo al osado René Higuita. Ambos momentos en el Mundial de Italia 90´, donde los leones indomables alcanzaron unos históricos cuartos de final. A mayores,  brilló –de forma dilatada- en la Ligue 1 y la Copa de África, bicampeón en esta última. Ágil, habilidoso y preciso en el disparo. Letal en desmarques. Nombrado mejor jugador africano de la historia.

Idolatrado en Liberia, admirado en todas las fronteras del planeta. La genuina potencia de George Weah marcó época en el fútbol continental. Sobre todo en el PSG y en el Milan. Célebre su sociedad con Rai y Ginola en la ciudad de la luz. Triple galardonado con el Balón de Oro africano, Balón de Oro europeo y FWP. Demoledor en arrancada, veloz en la conducción y felino en la pegada. Forma parte del ilustre grupo de jugadores que no han disputado una máxima competición de selecciones por adolecer de competitividad su selección (Giggs sería el otro caso más sonado).

Actuales, con extenso palmarés, ubicados en la cima mundial de “9”´s, el marfileño Drogba y el camerunés Eto´o vendrían a completar el poker de magnos atacantes del África negra. Didier Drogba, con la espina clavada de la Champions y la Copa de África, ha sido uno de los principales culpables de los éxitos nacionales del Chelsea. Doble Balón de Oro africano. Determinante en juego aéreo, sostén en juego de espaldas, terrible golpeo con ambas piernas y a balón parado. Oportunidad de oro escapada junto a los Touré, Zokora, Gervinho o Eboué para marcar hegemonía en el continente de los sueños. Samuel Eto´o ostenta el privilegio de conseguir dos tripletes en años consecutivos con equipos diferentes (Barça e Inter). Cuádruple Balón de Oro africano y doble campeón continental con Camerún. Cuatro Champions con tres equipos y competiciones nacionales engordan su palmarés. Garra, velocidad y carisma son sus señas de identidad. Providencial en los grandes partidos.

Un peldaño por debajo, generoso puñado de grandes delanteros. En el primer lustro de los 90 despuntaba en la Bundesliga el ghanés Anthony Yeboah, co-pichichi en dos ediciones, refrendando entre medias su olfato en la Premier. Otrora gran binomio con Abedi Pelé, fusionándose la genialidad con la potencia. En la actualidad, el pabellón está salvaguardado con las notables actuaciones mundialistas de Gyan Asamoah. En Nigeria, el talento no reñido con la envergadura de Nwanko Kanu para campeonar a las águilas verdes en los olímpicos de Atlanta y destellar en Holanda, Italia e Inglaterra; ello pese a sus delicados problemas con la aorta. Rhasidi Yekini –sin rumbo a nivel de club- y Victor Ikpeba –brillante carrera en Alemania- completarían la interesante terna de compatriotas. En Egipto aún destaca el incombustible Ahmed Hassan, antítesis del desaprovechado talento de Mohamed Zidan. Sorprende que entre ambos, Abou-Treika, Hosny, Moawad, Zaki o Fathy no hayan conseguido boleto en alguno de los dos últimos Mundiales. El Hadji Diouf y sus galopadas en Corea y Japón –para los cuartos de final- ponen cara al Senegal pasado, Moussa Sow y Mohamed Niang al presente. La zancada de Emmanuel Adebayor es signo y seña en Togo. Mención especial para el cierre del artículo merece el malí Frederik Kanouté. Su periplo sevillano es cum laude, derrochando clase en el arte de amortiguar el esférico y trenzar de espaldas a portería. Su giro en juego aéreo es pura plasticidad. En la actualidad, marca los tempos como falso mediapunta. Un lujo para el deleite de nuestra liga.

Del banquillo al camerino: Enhorabuena al Barcelona por el tercer título de liga consecutivo. Merecido pese a haberse recortado las distancias entre los 2 grandes de la liga. Messi, indiscutiblemente, el jugador de la liga. Iniesta su escudero de lujo. El próximo sábado 28 la gran final europea entre dos estilos técnicos de diferente frenetismo: la verticalidad de los diablos rojos frente a la elaboración pausada de los blaugranas.

martes, 21 de junio de 2011

DUELO AL SOL

Al sol de Argentina se tostará la 43ª edición de la Copa América que se celebrará desde el 1 de julio hasta la gran final del 24. Doce equipos encuadrados en tres grupos, primero y segundo de cada y los dos mejores terceros a los atractivos y exigentes cuartos de final. Brasil y Argentina como máximos aspirantes. La canarinha -cuatricampeona entre las cinco últimas ediciones- en aras de confirmar su hegemonía sudamericana, la albiceleste -sin conocer el sabor de la victoria desde el 95- en su búsqueda por revertir las tornas. Aires renovados en ambas, particulares estilos, ciertas grietas, perseverancia en las adaptaciones e individualidades mortíferas. Presidiendo el duelo el anhelo como sentimiento, emulando la pugna entre Cotten y Peck bajo los ojos del salvaje oeste, con la épica como cauce del triunfo. La anfitriona Colombia, Bolivia y Costa Rica completan el grupo A, junto a los de Batista. Para dar la campanada, frente a los de Menezes, aguardan en el B Paraguay, Venezuela y Ecuador. En liza para el C estarán Uruguay, Chile, Perú y México. Un Argentina-Bolivia para la apertura. Un análisis previo para dilatar el apetito.


El peculiar Mano Menezes
Convocatoria marcada por un fuerte sentido colectivo y diligente, únicamente presidiendo la anarquía en el frente de ataque. Las bajas de Marcelo (presumible indisciplina pasada) y de Hulk (aquí se escapan las razones) no dan crédito ni veneran justicia cualitativa. Las ausencias de Nilmar, Fernando o Anderson no dejan aparcado el asombro. Tampoco el seleccionador ha claudicado ante el impacto mediático de Kaká o la sombra de Ronaldinho. Pero toda anomalía debe tener un fin, y ahí es donde entra la compensación de factores que supuestamente coteja Mano. Pato y Paulo Henrique Ganso llegan in extremis. El paulista parece ser el epicentro sobre el que va a girar la futura verdeamarela en un supuesto 4-2-3-1 o 4-3-1-2, como enganche para repartir talento.

Incógnita en el sistema
Alves y Andre Santos para flanquear los costados, con la duda en el muro de contención delante de Julio Cesar: Thiago Silva, Lucio y el portentoso David Luiz para dos puestos, más papeletas para que el milanista sea de la partida. Clara es la retaguardia de cuatro, en cualquier caso. El estado del antecitado Ganso puede condicionar el dibujo en mediocampo. Leiva gana enteros como ancla, Ramires como box to box y un tercero en discordia para ensanchar el acordeón de las opciones en el 4-3-3 (4-2-3-1 con mediapunta). La duda la genera el perfil defensivo u ofensivo de este último. El dilema entre una declaración de intenciones aneja al cromosoma brasileño o el “cattenacinho”.  Otra de las jóvenes perlas –Lucas- podría guiñar al onírico 4-2-4. El filigranero superlativo Neymar y Robinho volarán como palomas. Pato para el “9”, con el veterano cumplidor Fred en la recámara.

Messi y 10 más
Eslabón final y estelar en una cadena cuya secuencia puede iniciarse en el jefecito Mascherano, continuarse en Pastore y coronarse en el genio rosarino. El penúltimo debe ser el socio de marras del astro indiscutible, el escudo y la lanza serán cosa de Di María y quizás Lavezzi. Y es que tal vez apueste Batista por Leo como falso “9” –Barça´s style- dejando al Pipita Higuaín en la recámara, amén del Kun Agüero y el apache Tévez. Terrible ataque. Pastore –homólogo en rol y dilema a Ganso- rivaliza por plaza con Banega y Cambiasso para nuclear a ambos junto a Mascherano y así fortalecer la transición ataque-defensa. El pupi Zanetti y Rojo se postulan como laterales, dudas en el eje central (tal vez Pareja y Milito) y el sobrio Romero bajo los palos. Queda claro donde genera titubeos la albiceleste, a simple vista. Ganaran enteros si despliegan su clásico rigor competitivo y garra defensiva.

Outsiders
La base continuadora de la semifinalista mundialista capitaneará la Uruguay de Tabárez. Luis Suárez junto al crecimiento de Cavani, la fiabilidad de Forlán con la elástica celeste, la legión “portuguesa” y la seguridad del triángulo Godín-Lugano-Gargano para torpedear la fiesta de las dos grandes. Veremos como responde la Chile post-Bielsa con el extremo top Alexis Sánchez y el todocampista Arturo Vidal (reciente fichaje del Bayern) como estiletes; Medel, Suazo, Valdivia, Isla o Mark González como complementos. La rocosa Paraguay y la anfitriona Colombia del killer Falcao -como foco de todas las miradas- completarían la terna de aspirantes. Se antoja complicado incluir a México que acudirá con un combinado Sub-23. Veremos que dan de sí el resto de convidados.

Del banquillo al camerino: En pleno corazón de la Eurocopa Sub-21, España se enfrenta en semifinales a Bielorrusia. Mañana a las 18.00. La victoria garantizaría estar en los JJ.OO. Los de Milla han desplegado un más que notable fútbol en la primera fase. Mata –estelar- va camino de MVP del torneo, Thiago empieza a destilar su magia, Ander Herrera a crecer, Javi Martínez a liderar desde el vértice, Muniain a desestabilizar defensas (los tres últimos del Athletic, a colación de la anterior PD), Adrián a definir y la defensa a solventar situaciones de peligro. Lo que nos viene en la horquilla de los 17 a los 21. Mamma mía.

lunes, 13 de junio de 2011

UNO DE LOS NUESTROS

Monopolio del virtuosismo y abuso de posición dominante son rasgos aplicables a la actual legión de mediocampistas que ha germinado en nuestro fútbol español en la última década. Liderazgo de mercado patentado como si de una acaparación mafiosa se tratase, con la barrera de lo lícito e ilícito como rasgo de distinción entre el clan de los jugones y el hampa. Como fin la siembra de terror en la zona ancha del terreno y en las cercanías del área, y ese aire en el juego que les otorga una superioridad a imagen y semejanza cual portador de coppola con su clásica inclinación hacia la derecha.  Unos ascienden de rango en la organización piramidal, los otros escalan categorías hasta llegar a la élite. Y, entre medias, un marcador de confianza y la superación de pruebas fehacientes. Dejando a un lado los consagrados, vamos a hablar de los aspirantes, principalmente de uno. Su nombre de pila es Francisco Román Alarcón Suárez, “Isco” su pseudónimo. Dará que hablar.


 Carta de presentación
19 años. Malagueño de origen y valenciano de adopción. Mediapunta. Diestro. Internacional Sub-19 y pieza indispensable del Valencia B. No tardará en dar el salto a la Sub-21 y al primer equipo valencianista. Canterano de moda con su reciente y brillante preeuropeo Sub-19. Idóneo para jugar en línea de tres por el centro y detrás del punta, apto para ser escorado a banda como falso extremo y trazar la diagonal, ubicable en posición algo más atrasada con la asignatura defensiva pendiente.

Fantasía
Isco es sinónimo de magia, de creatividad coral en zona del “10”, de canal conductor hacia el gol. Domina los tiempos del pase e inventa el hueco inverosímil para habilitar el desmarque del delantero. Trenza y combina con fluidez, conduce con agilidad y desborda con desparpajo. Su movilidad entre líneas le otorga ese plus sin balón que completa con su desborde cuando recibe el esférico. Notable pegada. Guarda ciertas similitudes con Silva, Cesc y Valerón. Recuerda al clásico mediocampista brasileño a la hora de cambiar el ritmo en el giro y posterior arrancada. A veces peca de jugar sobrado, defecto pulible ganando en madurez.

Emery y la hora de la verdad
La Segunda B le talla muy ajustada. Una cesión o una alternativa para el primer equipo -en el 4-2-3-1- sería lo más sensato. Se le espera para formar una gran sociedad perfilada a la izquierda junto a Jordi Alba y Mata. En un Valencia que ilusiona a medio plazo. Donde el protagonismo debe recaer en ese trío, la esperada consagración como box to box de Banega (se oyen voces de una posible marcha), la posible llegada de Kevin Gameiro y la irrupción del cazagoles Paco Alcácer (ya Sub-19, pese a no haber alcanzado la mayoría de edad. Compañero de andanzas de Jesé y Deloufeu en la Sub-17). Lo cierto es que a Isco le luciría por completa el actual estilo valencianista. Armar un equipo altamente competitivo pasa por dar un salto cualitativo en la retaguardia. Encontrar el punto de desequilibrio debe ser tarea del canterazo. Y de Emery, sólo él puede instruir a su particular Henry Hill.

Los otros goodfellas
Xavi, Iniesta, Cesc, Silva, Navas, Xabi, Busquets, Cazorla, Valero, Jurado, Arteta…pero la abuela no deja de parir, y nuestro fútbol no se cansa de fabricar talentos. Koke o Romeu, Thiago, Sergi Roberto, Canales e Isco bien podría ser un potente y talentoso futuro centro del campo de la absoluta. Seguramente todos llegarán al más alto nivel, falta por saber en que escalón reposarán. Quizás en un futuro disfrutemos del trío barcelonista Romeu-Thiago-Sergio Roberto (paralelismos con Busquets-Xavi-Iniesta, con la virtud de aquéllos de un mayor potencial para el manejo de más registros en las dos fases), de la mesura y criterio del colchonero Koke (¿tal vez acompañado del luchador Camacho y el desequilibrante Fran Mérida?), de la creatividad del madridista Canales (¿llegará a la élite junto a Álex Fernández?) o del mencionado mediapunta valencianista.

Del banquillo al camerino:  Marcelo Bielsa, uno de los entrenadores más fascinantes del panorama mundial, podría recalar en el Athletic. Amante de la elasticidad y asimetría en la ocupación de espacios, la polivalencia y el desgaste físico con balón. Un cóctel entre el ex seleccionador chileno y Lezama puede ser una maravilla.  De entrada, los bilbaínos han apostado por un fútbol más elaborado con el fichaje de Ander Herrera, que viene como anillo al dedo al estilo que predica el argentino. Llorente, Muniain, Ander, Javi Martínez, Iraola o San José completan un interesante bloque. Sonaba para el Sevilla (al final ha apostado por el brillante Marcelino), parece que La Catedral podría disfrutar de su genialidad.

miércoles, 8 de junio de 2011

EL CREPÚSCULO DE LOS DIOSES

La nostalgia es un puente de evasión del presente, la negación de la realidad y la añoranza de tiempos pasados envueltos de bonanza mística. Eso puede pensar Ricardo Izecson dos Santos Leite, Kaka, para no andarnos con rodeos. Creció alejado de las favelas (un día tocará hablar de la cuantiosa suma de talentos acunados en las miserias suburbiales que tan fidedignamente refleja Buscapé con su cámara en Ciudad de Dios), despuntó en su etapa paulista, maravilló con la elástica milanista y sucumbió con el capricho megalómano de Florentino Pérez. De momento, claro. Con el punto de inflexión de su carrera flotando desde hace un par de años, previamente conviene repasar su carta de visita pasada. La que engrandeció su figura en toda Europa y América.


Predecesor y sucesor
Con la sombra alargada del genial mediapunta Rai, irrumpía Kaká en los inicios de nuevo siglo para cargar el saco de la ilusión del ilustre conjunto del Sao Paulo. Despuntaba en edad juvenil y refrendaba sus credenciales en sus comienzos paulistas. Su capacidad goleadora y los movimientos venenosos en la zona del “10” llevaron a Madrid y Milan a despertar su interés. El gato al agua, por una nimiedad económica, fue para la escuadra italiana. El Madrid ansiaba su posesión futura, cuando el bueno de Ricardo eclosionase en los grandes noches europeas. Como así sucedió.

Edad de oro
Su periplo en el Calcio coincidió con sus días dorados en la cumbre del fútbol mundial. Consagrado como mejor jugador del mundo en el 2007, cuando se alzó con el máximo título continental, dejando en la retina verdaderas exhibiciones. Su elástica zancada, su trote elegante, un talentoso cambio de ritmo y un chut dañino destrozaban defensas. Una vida sedentaria y altas dosis de autoconfianza se conjugaban con su fe que a su vez se autoproyectaba en el césped. Inteligencia natural en el manejo y el contragolpe. Sus rodillas truncaron agrandar su imagen. Y ahí apareció el orgullo cabezón de Pérez, obnubilado por el qué dirán y la chequera. Y el Paseo de la Castellana trazó una línea imaginaria para unirse con Sunset Boulevard.

Esperanza y recelo
Corrientes dispares despertaba su llegada a Chamartín. Valedores y detractores. Ilusionados y escépticos. Me incluyo en la primera rama. Mitad por el quién tuvo retuvo, la otra por el ilusionismo que destilaba su fútbol. En ambas partes esperando la escapada de ese letargo bohemio. Así durante dos años y el desencanto de las lesiones presidiendo las valoraciones. Ahora es el momento de que la melancolía y el racionalismo otorguen su veredicto final. No hay amortización económica que valga, el mazo se carga de aspectos puramente deportivos. ¿Habrá asiento para un último tren?.

Sin hueco inicial, a priori
El aterrizaje triunfal de Özil cierra la puerta de la titularidad al brasileño. Una apuesta con ambos por detrás de los dos puntas es un riesgo evidente para la transición ataque-defensa y un lujo únicamente para al alcance de partidos dominadores y plácidos en el pressing. Un recambio del turcoalemán podría suponer minar una moral ya de por sí castigada. Su venta plantearía un nuevo rol de Canales o la llegada de un trescuartista para multiplicar alternativas en zona del mediapunta. Conjugar la primera y segunda opción en una larga temporada dominada por inesperadas lesiones y bajones de forma es el contrapunto. Su estilo encaja en la verticalidad mourinhista. El tiempo juega en contra de la paciencia y a favor de la pérdida de impacto mediático y presión.

Alternativa
Su salida, si se tornase irremediable, debería ir acompañada de la inteligente decisión de fichar calidad y polivalencia. Un simple “10” reduciría las disposiciones tácticas, un medio ofensivo potenciaría las alternativas desde el doble pivote hasta la zona creativa entre delantera e inicio de transición. En este último caso, Cazorla, Modric, Moutinho, Hernanes o Meireles deberían saltar a la palestra. Wilshere es el sueño futuro prohibido, Cesc el complicado presente anhelado.

Del banquillo al camerino: un par de apuntes rápidos. Por un lado, Alexis el niño maravilla Sánchez a punto de fichar por el Barça. Desequilibrio exterior para competir en perfiles distintos con Pedro y Villa. Un puñal idóneo para el 4-3-3 abierto de Guardiola y para descargar de marcaje a Messi. Por otro, el próximo sábado arranca la Eurocopa Sub-21. Ya habrá tiempo para hablar del combinado nacional de los Mata, Thiago, Javi Martínez, Muniain o Parejo, que parten como uno de los grandes favoritos en esta edición..

miércoles, 1 de junio de 2011

ATRAPADO POR SU PASADO

En la actual era exitosa del FC Barcelona (a falta de tiempo -domingo y lunes- para redactar artículo sobre la gran final, y ante lo sobado que está el debate, haré una reseña especial al final del post) hay que reservar en los anales una parcela para su portero. Sus ademanes pasados, ese aire chulesco y despreocupado, un comedido marketing y la equívoca vinculación del error puntual a un grado trascendente no han ayudado a Víctor Valdés para labrarse los honores en el escalón que le corresponde en la élite de guardametas. Unos crían la fama y otros cardan la lana. Víctor –desde el taller- ha tejido los hilos del éxito pero no ha maximizado –tras el escaparate- el impacto mediático. Su progresión ha ido aneja a su madurez, su transformación ha saltado la barrera de la inquietud para reposar sobre el sosiego. Atrapado por los ecos que le han endosado una etiqueta de la que no ha sabido desprenderse por completo -acarreadora de un modo bucle ante cualquier resquicio en forma de fallo- y que no ha precisado su verdadero status: top total bajo los palos. Maneja todos los registros que se tercie en un guardameta.


 Salida en fase líbero
Idóneo para el estilo de líneas adelantadas que profesa Guardiola. En fase ofensiva se convierte en el primer jugador en la transición con la misión de apoyar la salida del eje Piqué-Busquets, generar el espacio para la maniobra de Xavi o bien precisar desplazamiento en largo para la prolongación de la jugada (recurso esporádico del Barça frente al estilo laborioso y sin “9” nato de espaldas al arco. Un Valdés-Drogba sería el medio más fulgurante para el fin: el gol). En fase defensiva adelanta unos metros la posición para desbaratar los balones al hueco de la espalda de los centrales, evitando que se alargue la separación entre la primera y segunda línea. Brillante trabajo táctico.

Carta de visita
Elástico en el deslizamiento, felino en la estirada, potente en el salto, seguro en el blocaje y ágil en los reflejos. Conjuga su corpulencia con una certera colocación que reduce la espectacularidad de sus intervenciones. Se anticipa con determinación al devenir de la jugada. Gana partidos en el uno contra uno (antológicos fueron los mano a mano con Drogba en el Camp Nou para gestar la remontada con el postrero gol de Iniesta en aquéllas semis de Stamford). Transmite sobriedad en juego aéreo, despejando con firmeza el peligro. Domina el juego de pies como casi nadie. Aparece en frío con la eficiencia de los más grandes. Jerarquía, liderazgo y concentración completan la radiografía.

Comparativa con Casillas
Íker es sinónimo de desequilibrio en las grandes citas, de mano decisiva, de aparición en momento delicado, pero no domina todos los conceptos del portero como Víctor. Ni en dominio aéreo ni en juego de pies ni en el blocaje. Intimida en el uno contra uno y avasalla a bocajarro, facetas también avezadas en el de Hospitalet. Desequilibra con su mentalidad ganadora. La diferencia la marca la prevalencia mediática en favor del mostoleño: un plus de ensalzamiento de sus virtudes, una sobredimensión de sus grandes paradas y el camuflaje de sus defectos. Frases manidas y grotescas (“otros dos milagros más”, “le dejó vendido la defensa”, “sin Iker llevarían 3 ligas menos”, etc) no ayudan a enfocar el debate desde una premisa inicial igualatoria. Cuando para el madrileño se le engalana de méritos principales, si lo hace el catalán es un granito de arena más. Ambos deciden partidos, pero el tratamiento es diferente. Tal vez la imagen campechana, humilde y misericordiosa del primero juega en contra de la correcta valoración del segundo.

Los otros
Valdés y Casillas son parte del rincón delicatessen de porteros. Van der Sar, Stekelenburg, Julio Cesar, Reina, Lloris, Cech o Akinfeev amplían –entre otros- el abanico de los guardianes de la portería. Con sus rachas y vaivenes. Para el recuerdo la legendaria trayectoria de Buffon en sus últimos coletazos, otrora hegemonía del “1”. La actual, por regularidad en los tres últimos cursos, la marca el infravalorado Valdés.

Del banquillo al camerino: Abrumadora superioridad del Barcelona en la gran final de Champions tras el espejismo de los 10 primeros minutos del United, maniatado con posterioridad por la red central culé, con avanzadilla en un superlativo Messi, desgastando la zona de Carrick y percutiendo desde el punto débil que ocupaba Giggs. Desde ahí partía la asociación con Xavi, prolongada en un Iniesta que alargaba el campo en horizontal para abrir los interiores devils y generar espacio central. Villa dañando el achique de Rio y Vidic y Pedro mareando la marca de Evra. Fue un monólogo. Solo el coloso Rooney inquietaba la seria defensa blaugrana. Justo vencedor para ratificar al Barça de Guardiola como uno de los mejores de la historia. Enhorabuena.