lunes, 24 de septiembre de 2012

Capítulo 5: Atlético 2-Real Valladolid 1. "Despertar sin fe".

Fueron 45 minutos de puro oscurantismo goyesco. Suficientes para que el Atlético enderezase una victoria que no se le escapó en los 45 restantes por falta de fe blanquivioleta y por el esperpento de Muñiz Fernández. Sin Ebert, Djukic modificó la hoja de ruta e invirtió la tendencia de las bandas: Omar, a pierna cambiada, sin automatismos con Rukavina y frágil en la ocupación del sector central; Bueno, desde izquierda, con mayor productividad a la hora de tirar la diagonal. El técnico serbio se equivocó restando en amplitud y dificultando la creación de ventajas posicionales: caramelo para que Simeone cerrase sin grandes esfuerzos. Para colmo, el insuficiente aporte de Javi Guerra permitía descansar el sistema defensivo a lomos de Miranda y Godín, habilitando para que Juanfran y Filipe ensanchasen y, por dentro, Arda escabechase los ataques. Unos ataques que anunciaban con percusión la presencia intimidatoria del rock duro colombiano, viéndose desbordado el doble pivote. Jaime, redimiéndose del error ante el Betis, evitó que Radamel rompierá en ebullición más de una vez. El error de Courtois revertía sensaciones pero sólo Bueno creyó en un empate que no llegó, pese a que la imagen vallisoletana mejoró –a poco- cualitativamente en la segunda mitad. Manucho incomodó al final en el partido del debut de Sereno como titular. Partido en el que quedo en evidencia la importancia de Ebert en el plano físico y de ruptura sin balón. Seguimos encallados en los seis puntos tras la tercera derrota consecutiva. El próximo domingo, el choque frente al Rayo es de sumaria necesidad.



Del banquillo al camerino: Mañana, breve análisis del encuentro aplazado que acaba de finalizar en Vallecas. Romo Real Madrid que no ha aprovechado las concesiones de los de Paco Jémez.

Notas
Jaime 8
Rukavina 4,5
Sereno 5
Valiente 6
Balenziaga 5
Álvaro Rubio 5,5
Víctor Pérez 5
Omar 5
Óscar 5
Bueno 7
Javi Guerra 4,5

Manucho 5,5
Lolo 5,5

martes, 18 de septiembre de 2012

Capítulo 4. Real Valladolid 0-Real Betis 1. "Sabor final a ceniza"


Jaime cometió un error infantil en el peor partido pucelano en lo que llevamos de temporada. Se esfumó un punto que Dios quiera no tengamos que estar regateando después con la cuenta de la vieja. Ahora, el brutal despiste no solapa la menor intensidad que mostró ayer el equipo en un choque que estaba destinado al empate, pese a que tuvimos dos claras ocasiones para colocarnos terceros. Hubo tramos y momentos en los que se dominó y las asociaciones fueron más incisivas, hubo otros en los que la previsibilidad se acompañaba de peligrosas pérdidas que alentaban las transiciones ofensivas béticas comandadas por un fino Rubén Castro. Álvaro Rubio y Víctor Pérez no se imponían a Beñat, Agra y Víctor Pérez, mientras que Óscar era incapaz de leer la altura de recepción que requería el choque. Ebert volvió a ser número uno en coraje, determinación y capacidad para dañar sin balón. Diagonales al punto débil y mayor recorrido que un liviano Omar que, interesantes detalles al margen, no acaba de mostrar continuidad. El que tampoco muestra su versión felina es Javi Guerra, que trabaja bien en las descargas pero escurre su cita con el gol. Brilló menos Rukavina y Balenziaga no fue más que un mero apoyo parco en amplitud. Ante esa tesitura, se necesitaba un plan B. Djukic introdujo a Manucho con el fin de activar la segunda jugada y alejarse de hilvanar en balde. El angoleño es el que mejor  habilita en transiciones aéreas con su musculatura y potencia, pero su compromiso, al margen del peligro que origina su presencia, volvió a quedar en evidencia en un par de acciones que clamaban achique. Djukic sabe bien lo que tiene y, en esos márgenes, hará malabares con el fondo de armario. Tras cuatro jornadas, el equipo duerme en parte media de la tabla con la sensación amarga de haber dejado pasar el tren de los puestos nobles.


Del banquillo al camerino: Hoy vuelve la magna competición de clubes, la Champions League. Real Madrid-Manchester City televisado por abierto. Dejaremos el Málaga-Zenit para el diferido. Habrá que prestar atención a ese PSG-Dinamo Kiev.

Notas
Jaime 3
Rukavina 5
Rueda 5,5
Valiente 6
Balenziaga 5
Álvaro Rubio 5
Víctor Pérez 5,5
Ebert 7
Óscar 4,5
Omar 5,5
Javi Guerra 5

Sastre 5
Manucho 5,5
Bueno s/c

lunes, 17 de septiembre de 2012

Capítulo 4º: Sevilla 1-Real Madrid 0. "Sin rostro".


El equipo ni carburó ni se deshizo de la nube de ansiedad que cubrió el Sánchez Pizjuán tras el gol de Trochowski. El remate del alemán contextualizó por completo el devenir del encuentro; entre medias, se acumularon una serie de factores que empujaron a dejar en ocho una renta muy cara para remar río arriba. Se jugó mal, muy mal; pero no hasta el punto de llegar a niveles catastróficos que leía en medios y redes; ayer, justo antes de torturarme con el diferido del partido: el que te permite ponderar parte de la rabia y deshacerte de la valoración más impulsiva. Creedme, en días como el del sábado, es una ventaja no poder tirar del directo. Un directo que volvió a retratar el déficit a balón parado. Di María se despista en la marca, pero la defensa zonal en estático deja bastante que desear. No es justo centrar las culpas en el argentino, ya que puestos a convertir en nominativa la relación de casualidad lo hacemos con el causante del córner tras un fallo técnico (¿y van camuflados ya…?). El gol enrareció el dominio del ataque posicional, el Sevilla cerró bien el sector central.. Para burlar ese muro, antes, se creaban las superioridades en conducción y batida con Marcelo, el bajón del brasileño condiciona un aspecto en el que Modric debe marcar las pautas, a una altura distinta de Xabi, con protagonismo principal. Luka, junto a Pepe, cuya superioridad resulta ya abusiva, fue el mejor del segundo tiempo. A ratos, filtró lo que ni Özil por delante ni Xabi-Khedira por detrás eran capaces. Es vital para desatascar un sistema posicional que cuenta con un lateral de apoyos, otro lejos de su mejor estado físico y un gestor vital (Benzema) que está en proceso de puesta a punto. Sumamos “contratiempos” y encontramos la alarmante falta de puntería y la semana de selecciones (no amparable como excusa, claro). Como peor no se puede arrancar, que no cunda el pánico. Mañana, el debut en Champions son algo más que tres puntos.


Del banquillo al camerino: Hoy toca subir a Zorrilla. El Valladolid puede descansar tercero tras la cuarta jornada. Parece que habrá once de gala y llegará a tiempo Oscar. Mañana haré el rutinario análisis.

Notas
Casillas 4,5
Arbeloa 5
Pepe 7,5
Ramos 6
Marcelo 4,5
Xabi 5
Khedira 5
Di María 4,5
Özil 4
Ronaldo 5,5
Higuaín 4,5

Modric 6,5
Benzema 5
Callejón s/c

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Capítulo 3. Athletic 2-Real Valladolid 0. "Tomando la medida".


No pude ver el partido hasta ayer por la tarde. Únicamente, había leído algunos comentarios sobre cómo se desenvolvió el equipo en San Mamés. Algunos seguían la línea de buenas vibraciones mostradas en las dos primeras jornadas; otros, en cambio, hablaban de una mayor fragilidad defensiva. Yo soy de los que se alinean más con la primera corriente. El equipo se plantó bien en La Catedral. Cuajó una muy seria primera parte. Robó a una altura en la que la recuperación ya era sinónimo de último pase. No permitió girarse cómodamente a los medios bilbaínos. Trianguló con celeridad y compactó líneas. El escenario fue distinto al del partido frente al Levante. Aquél, invitaba a atacar en posicional permanentemente, a domar el cuero con posesiones elevadas. Mientras, el Athletic nunca te permite una partida encajonada, te llama al campo al campo. Quizá, en ese contexto, al Real Valladolid le queda tomar la medida adecuada a ese tipo de equipos. Se vio en la segunda parte, cuando el cansancio comenzó a hacer mella y los espacios se estiraron aún más. Hasta el minuto 70 los leones no fueron superiores. Faltó intensidad a la hora de defender el gol de Aduriz (Peña cerró mal su banda). El equipo se acartonó desde ese momento. En el plano individual, de nuevo el alemán Ebert fue de los más destacados. Incansable e insaciable, además de mostrar acierto técnico en la toma de decisiones. Los ataques volvieron a cargarse desde su sociedad con el serbio Rukavina, que viene a formar un triángulo escaleno con Javi Guerra u Óscar cuando uno de los dos inicia el apoyo o la ruptura dentro-fuera. Un automatismo que debe seguir dando tardes de alegría y sellando, punto a punto, la salvación para asentarse en la división de honor.


Del banquillo al camerino: Necesitamos a Bueno y Manucho implicados. La plantilla es corta y a medida que los jugadores se carguen de partidos las rotaciones se van a hacer cada vez más necesarias. Sin ellos, no llegamos a dos jugadores por puesto en ataque.

Notas
Jaime 6
Rukavina 6
Rueda 6
Valiente 5,5
Peña 4,5
Álvaro Rubio 6
Víctor Pérez 6
Ebert 7
Óscar 6
Omar 5
Javi Guerra 6

Sastre 5
Bueno s/c
Lolo s/c