miércoles, 28 de noviembre de 2012

#YoSoyDeMou

Mourinhismo. Ser o no ser. Blanco o negro. No hay medias tintas. El asunto se pone chungo y el fulanismo de los panfletos de mayor tirada limita a estar con él o contra él. No valen grutas menorquinas para cobijo dialéctico de anodinos y pusilánimes. La paleta de grises conviene difuminarla ante el acoso obsesivo del Comando Txuletón, la Buhardilla Torres y la Tropa Meana. Cada cual con su modus vivendi y operandi.  

El Comando Txuletón ruge a borbotones desde esa red montada en torno a asadores de medio pelo, horteras de tres tallas más, discurso casposo y colesterol en celo. Siempre relacionados con jugadores que gozan de considerable estima entre los aficionados. Campechanos. Van de cara. Su campaña nace del irracional sentimiento de nutrir, sí o sí, de canteranos el Real Madrid. Para ellos, el proceso de promoción de juveniles lo tiene que pagar, a cualquier precio, el primer equipo.

La Buhardilla Torres es el engañoso desván que, inicialmente, invita a la plática y a la contemplación. Con el tiempo, se va convirtiendo en un cuchitril donde egos y resentimientos se clavan cual dardos en los alicaídos techos. Sus socios anudan lazos desde la morada cebrianista. Profesan la fe valdanista. Sibilinos. Dados a la tergiversación encubierta. Presumen de buena relación con un sector directivo. Serían felices con posesiones cercanas al 80 % y con la exterminación deportiva de jugadores no virtuosos. Y sí el semblante de jugadores y cuerpo técnico es el de un humilde pajillero pillado con las manos en la masa, mejor.

La Tropa Meana son los peones-satélite lanzados –sin protección- al fango por los engulletxuletones y los comepavo. Acuden a las ruedas de prensa complacientes, poniendo la mejilla derecha, de manera servicial, esperando el mordaz arañazo de Mourinho. Becarios y lacayos de los amos de la campaña de desprestigio. No hacen pupa ni cosquillas, son domables con la palabra.

Mourinhismo es desmarcarse de las tres corrientes anteriores. Mourinhismo es un brindis a la honestidad antes que a la humildad. Mourinhismo es ser consciente que, ante el éxito, una dosis de vanidad es natural. Mourinhismo es comprender, de manera racional, que tirar piedras contra sus jugadores es hacerlo contra su propio tejado. Mourinhismo es enarbolar la bandera contra el mangoneo y las filtraciones. Mourinhismo es ejercer el derecho al proteccionismo interno. Mourinhismo es que nuestro presidente se declare expresamente mourinhista. Mourinhismo también es desplegar el sentido crítico contra el mourinhismo: no se puede caer en lo que se denuncia.
 Mourinhismo es Ethan Edwards caminando por el rojizo y sagrado Monument Valley. Mourinhismo es Don Fermín plantando cara a Cayo Mierda ante Zavalita. Mourinhismo es que te sienten peor tres latas de Coca-Cola que siete Brecon con Fever-Tree. Mourinhismo es transgredir el protocolo en el Royal Albert Hall. Mourinhismo es cantar un fado en La Alfama ataviado con la camiseta LQDM. Mourinhismo es llevar a Cáritas esos anchos 501 y Dockers empolvados en el fondo del armario. Mourinhismo es echar un órdago a juego siendo postre y con los pares ganados. Mourinhismo es Rick Blaine esperando la llegada de Ugarte. Mourinhismo es un riff de Roger MCGuinn cortando tu respiración. Mourinhismo es llevar camisas de cuello mao y pitillos. Mourinhismo es perderse en el corazón de Greenwich Village. Mourinhismo es una noche canalla.
 Mourinhismo es ahogar al rival desde Pepe-Ramos para robar más y mejor. Mourinhismo es aprovechar las correciones verticales de Khedira y las horizontales de Xabi, y desde ahí sacar partido con Di María y Özil/Modric. Mourinhismo es que te chiflen como futuribles Marouane Fellaini y Arturo Vidal. Mourinhismo es competencia para la portería. Mourinhismo es dar amplitud para agrietar por dentro. Mourinhismo es salir en lavolpiana para dar fuerte y flojo. Mourinhismo es buscar el contrapunto entre las necesidades Benzema-Higuaín y Marcelo-Coentrao. Mourinhismo es adorar a Ronaldo. Mourinhismo es conjugar el juego de posición con el de contragolpe.

Mourinhismo es tener fe en ganar la Décima esta temporada.

#YoSoyDeMou. Y éste va a ser el primer y último alegato que hago en toda la temporada. No nos despistemos del foco principal: el fútbol.

2 comentarios:

  1. Mourinhista es querer aprender de fútbol y leer "El Octavo Arte" para conseguirlo!!

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