jueves, 22 de diciembre de 2011

EL SECRETO DE SUS OJOS

Campanella envuelve y fusiona lo clásico y lo moderno. El Secreto de sus ojos esconde miradas encerradas en un atroz pasado pero cómplices de un presente justo. Justicia y amor enroscan lazos de hermandad. Una justicia humana que se tiene que plegar de impotencia ante intereses superiores. Un amor puro exento de barreras cotidianas. El Secreto de sus ojos está en el selecto grupo de gigantescas obras de la pasada década. Es cine en mayúsculas, como también lo es uno de los planos secuencia (5 minutos) más fascinantes que se hayan rodado: la persecución en el campo de fútbol. El protagonista era el Tomás Adolfo Ducó del Huracán. Ahora es el turno para estadios entrañables, coquetos y rebosantes de personalidad. Uno por cada una de cinco las grandes ligas europeas.



Craven Cottage (Fulham FC)


22.230 son los asientos –tiene prevista una ampliación que cifre su capacidad en torno a 30.000- impregnados del encanto que desprende este acogedor estadio londinense. Con más de un siglo de existencia, Craven Cottage da cabida al Fulham FC. Aposentado –a orillas del Támesis- en el barrio obrero que da nombre al club, al suroeste de Londres. Madera y ladrillo se conjugan en interiores y exteriores en clara contraposición de estilos con los modernos estadios ingleses. Su aspecto familiar se aprecia en su tejado. Un tejado doméstico, como su fachada. Una fachada que burla a la realidad que nos vamos a encontrar a ras de Stevenage Road: el estadio de fútbol más antiguo del planeta. Tenemos el deber de visitar este templo recién sacado de un cuento de los Hermanos Grimm, de ser uno más entre los cottagers, de acudir y cantar un gol de Bryan Ruiz, Bobby Zamora o Clint Dempsey.

Comunale Luigi Ferraris (UC Sampdoria/CFC Genoa)


En el corazón de la capital de la Liguria –Génova- se levanta sobre un antiguo hipódromo el estadio que alberga los encuentros de UC Sampdoria y Genoa CFC. Fundado en 1911, pasó a denominarse Luigi Ferraris –como póstumo homenaje a un antiguo capitán caído- en el 1933, para ser inmediata sede de la Copa Mundial de Fútbol de 1934 y repetir cita en el Mundial de 1990. 36.530 espectadores rebosan su rectangular planta reforzada por sus cuatro pilares de ladrillo y sostenida por cables de acero en un espacio cuya carga pasional va aneja al Derbi Della Lanterna. Es decir, al enfrentamiento entre los dos grandes de la ciudad: la otrora exitosa escuadra del Genoa CFC y la decadente UC Sampdoria, ambos culpables de convertir al Comunale en testigo de excepción de títulos. Aprovecha una escapada a la región marinera para empaparte de su historia.

Signal Iduna Park (Borussia Dortmund)


Conocido como Westfalenstadion hasta que una de esas onerosas operaciones desnaturalizó su inalienable denominación común hará cosa de seis años, meses antes de que el país germano acogiese la Copa Mundial del 2006. Relativamente nuevo, pues data su inauguración de 1974. En la Bundesliga puede llegar a albergar 82.000 espectadores, no en vano es el campo más gigantesco de Alemania. Destacan sus ocho pilares de color amarillo chillón –en tono con escudo y camiseta- sobre los que se cimienta. Célebre por la épica final europea que enfrentó al Alavés y al Liverpool. Conquistador de títulos nacionales en sus entrañas. Cerrada una época gris, es un buen momento para gozar en vivo de Götze, Kagawa o Hummels.

San Mamés (Athletic)


La Catedral del fútbol español. Vetusta, señorial, bulliciosa y pasional. En poco más de año y medio celebrará el centenario desde que abriese sus puertas, poco antes de finiquitar la construcción del nuevo San Mamés que eclipsará su protagonismo presente pero comenzará su leyenda futura. 40.000 espectadores rugen en el rectangular de hormigón que se corona con un arco semicircular. San Mamés es la imagen de la lluvia intensa bajo la que corren gladiadores de sangre y barro, de centros teledirigidos, de tackles al todo o a la nada. Al margen de gestas del club, fue una de las sedes en 1982 del Mundial de España. El sello Bielsa invita a acercarse a Bilbao.

Vélodrome (Olympique de Marsella)


En la ciudad portuaria de Marsella reposa el Stade Vélodrome, construido en 1937 y con capacidad para 40.000 parroquianos. En sus orígenes, fue emblema de la celebración de campeonatos mundiales de ciclismo en pista (de ahí debe su nombre), también meta final de etapa del Tour de Francia. Como espacio balompédico, relució en su estreno para el Mundial de 1938 y se acondicionó para la Eurocopa de 1984 y el Mundial de 1998. Significativas son sus abiertas gradas, peculiares por tener una inclinación menor de la habitual, alejándose el campo a medida que las filas escalan. Un ilustre entre los estadios los octavos de final de la Champions.


Del banquillo al camerino: Me hubiese gustado hacer hincapié en las ligas de segundo escalón, pero se disparaba la extensión, tocaba acotar el artículo. Queda pendiente la segunda parte de ligas menos punteras, en esta visión alejada de las faraónicas obras de los estadios del Siglo XXI. Feliz Navidad a todos.

2 comentarios:

  1. Genial el artículo, una vez más. Comparto tu gusto por los campos pequeñitos y entrañables, el fútbol se siente en ellos de forma intensa.

    Por cierto Feliz Navidad.

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  2. Feliz Navidad, Mr. Más vale tarde que nunca. Te deseo lo mejor para 2012.

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