lunes, 27 de junio de 2011

MEMORIAS DE ÁFRICA

 Camerún del 90, Nigeria del 94 y 98, Senegal del 2002, Costa de Marfil del 2006 o Ghana del 2010. Selecciones africanas que cumplieron más que un digno papel en los últimos Mundiales, sin perjuicio de otras no tan exitosas pero de indudables mimbres. Gratas revelaciones o potentes combinados con potencial para empujar contra las cuerdas a países legendarios. En la mayoría de los casos, el nivel de la escuadra menguaría sin sus voraces delanteros. El auge de las mismas no sería proclive a darse sin las credenciales goleadoras de los anteriores. En la decadencia del colonialismo, la era sucesora al chacal cinegético blanco, se empezó a gestar –de manera premonitoria- el idilio del “9” africano con el gol, como si de una suerte de simbiosis Finch-Hatton y Karen Blixter se tratase. Camaleónica, por supuesto. Sus sucesores, esculpidos en ébano, los que siguen.


Hablar de Roger Milla es hacerlo de la jovial eclosión de la África negra en la competición de selecciones más importante. Perdurará en las retinas su tribal celebración en el banderín del córner (junto a los Oman-Biyik, Makanaky y compañía), así como su pillería a la hora de robar la cartera en el centro del campo al osado René Higuita. Ambos momentos en el Mundial de Italia 90´, donde los leones indomables alcanzaron unos históricos cuartos de final. A mayores,  brilló –de forma dilatada- en la Ligue 1 y la Copa de África, bicampeón en esta última. Ágil, habilidoso y preciso en el disparo. Letal en desmarques. Nombrado mejor jugador africano de la historia.

Idolatrado en Liberia, admirado en todas las fronteras del planeta. La genuina potencia de George Weah marcó época en el fútbol continental. Sobre todo en el PSG y en el Milan. Célebre su sociedad con Rai y Ginola en la ciudad de la luz. Triple galardonado con el Balón de Oro africano, Balón de Oro europeo y FWP. Demoledor en arrancada, veloz en la conducción y felino en la pegada. Forma parte del ilustre grupo de jugadores que no han disputado una máxima competición de selecciones por adolecer de competitividad su selección (Giggs sería el otro caso más sonado).

Actuales, con extenso palmarés, ubicados en la cima mundial de “9”´s, el marfileño Drogba y el camerunés Eto´o vendrían a completar el poker de magnos atacantes del África negra. Didier Drogba, con la espina clavada de la Champions y la Copa de África, ha sido uno de los principales culpables de los éxitos nacionales del Chelsea. Doble Balón de Oro africano. Determinante en juego aéreo, sostén en juego de espaldas, terrible golpeo con ambas piernas y a balón parado. Oportunidad de oro escapada junto a los Touré, Zokora, Gervinho o Eboué para marcar hegemonía en el continente de los sueños. Samuel Eto´o ostenta el privilegio de conseguir dos tripletes en años consecutivos con equipos diferentes (Barça e Inter). Cuádruple Balón de Oro africano y doble campeón continental con Camerún. Cuatro Champions con tres equipos y competiciones nacionales engordan su palmarés. Garra, velocidad y carisma son sus señas de identidad. Providencial en los grandes partidos.

Un peldaño por debajo, generoso puñado de grandes delanteros. En el primer lustro de los 90 despuntaba en la Bundesliga el ghanés Anthony Yeboah, co-pichichi en dos ediciones, refrendando entre medias su olfato en la Premier. Otrora gran binomio con Abedi Pelé, fusionándose la genialidad con la potencia. En la actualidad, el pabellón está salvaguardado con las notables actuaciones mundialistas de Gyan Asamoah. En Nigeria, el talento no reñido con la envergadura de Nwanko Kanu para campeonar a las águilas verdes en los olímpicos de Atlanta y destellar en Holanda, Italia e Inglaterra; ello pese a sus delicados problemas con la aorta. Rhasidi Yekini –sin rumbo a nivel de club- y Victor Ikpeba –brillante carrera en Alemania- completarían la interesante terna de compatriotas. En Egipto aún destaca el incombustible Ahmed Hassan, antítesis del desaprovechado talento de Mohamed Zidan. Sorprende que entre ambos, Abou-Treika, Hosny, Moawad, Zaki o Fathy no hayan conseguido boleto en alguno de los dos últimos Mundiales. El Hadji Diouf y sus galopadas en Corea y Japón –para los cuartos de final- ponen cara al Senegal pasado, Moussa Sow y Mohamed Niang al presente. La zancada de Emmanuel Adebayor es signo y seña en Togo. Mención especial para el cierre del artículo merece el malí Frederik Kanouté. Su periplo sevillano es cum laude, derrochando clase en el arte de amortiguar el esférico y trenzar de espaldas a portería. Su giro en juego aéreo es pura plasticidad. En la actualidad, marca los tempos como falso mediapunta. Un lujo para el deleite de nuestra liga.

Del banquillo al camerino: Enhorabuena al Barcelona por el tercer título de liga consecutivo. Merecido pese a haberse recortado las distancias entre los 2 grandes de la liga. Messi, indiscutiblemente, el jugador de la liga. Iniesta su escudero de lujo. El próximo sábado 28 la gran final europea entre dos estilos técnicos de diferente frenetismo: la verticalidad de los diablos rojos frente a la elaboración pausada de los blaugranas.

7 comentarios:

  1. Seguramente me haya dejado en el tintero algunos míticos delanteros africanos, he ido un poco a la carrera a la hora de hacer el artículo.

    Medité extenderlo a los centrocampista más influyentes, pero hablar de los Abedí Pelé, Okocha, Finidi George, Yaya Touré, Essien y compañía requiere otro artículo a mayores.

    ResponderEliminar
  2. Kanu sigue siendo una joven promesa? O le podriamos llamar una promesa retirada? Nunca se esperó tanto de un jugador que dió tan poco al futbol...... desde luego no lo mencionaría en articulos con el nivel de futbolistas comentados.

    ResponderEliminar
  3. Grandísima entrada Pablo. Se agradecen esos artículos del "otro fútbol".

    África...ese continente que parece que Dios olvidó. Un continente hermoso, víctima histórica del detestable racismo y la soez arrogancia del ser humano. Aún así ante la adversidad ellos siguen sonriendo, ideando un futuro mejor. "El continente de los sueños" como le dices. Y en Sudáfrica hace 1 año, ocurrió otro acto que demuestra el odio de los forjadores del destino. Uruguay contra todo un continente. Suárez había reducido las posibilidades de pasar de ronda, pero así fueran mínimas tenían más que la Celeste. En las botas de Gyan estaba la inmortalidad. Al larguero...no recuerdo un final más triste en la Copa del Mundo, venía de la saudade de ver afuera al mejor Brasil del siglo XXI y le sigue eso...Increíble. Ojala Brasil 2014, a pesar de tener campeón ya, espero ver aunque sea una selección africana disputando el tercer puesto.

    Por otro lado, dada mi juventud (ojalá eterna^^), nunca pude ver a Weah ni a Milla. Aunque sí recuerdo así sea por el boca a boca o la tecnología al último. Ay Higuita...con tu locura apresuraste el despido del Mundial de nuestra pintoresca generación de oro. Los 9 africanos actuales si los conozco. Grandes todos, pero destacaría a Eto'o, el palmarés de este jugador es abrumador. Y como dices, es un titán en los partidos importantes. Tenía un fetiche para marcarle goles al Madrid (junto con Henry, Messi y Del Piero), además, era el abrelatas en las finales de Champions. Gigante Eto'o.

    Por último, ahora que lo mencionas, ¿podrías darme una clasesita de fútbol, definiendome el concepto de verticalidad? Es un concepto tan prostituido hoy en día (como el de la posesión) que no sé que es ya. No temas extenderte^^, lo leeré así sea con ejemplos y todo. Te lo agradecería.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Andaba de paseo y he descubierto este blog. Este post me ha recordado el libro de “Amen, Grassroots Football de la fotógrafa belga Jessica Hilltout. Narra cómo y con qué juegan al fútbol los chavales de Gondola, en Mozambique, o los de Chipanga en Malawi. Con qué alimentan sus sueños miles, millones de jóvenes africanos anónimos, qué zapatos usan, cómo se fabrican los balones, cómo entrenan… es interesante podéis ver vídeos en you tube sorprendentes.
    Felicidades por este Blog y el post.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. @ Marcel
    Pudo ser épico lo de Ghana. Una pena ese fallo. A mí siempre me han despertado especial simpatía los equipos africanos. A excepción de frente a España, jueguen contra quién jueguen siempre celebro los goles de cualquier selección (tenía especial debilidad por la Nigeria del 98, esa misma que fatídicamente nos dejó fuera de la primera fase. Por el genio Okocha y los Finidi, Oliseh y compañía). Evocan esfuerzo y esperanza y esa recompensa ansiada que nunca llega.

    Yo tengo predilección especial por Drogba. No he visto delantero igual a la hora de fijar a una defensa contraria y causar pavor en los desplazamientos en largo.

    La verticalidad en persona es el mismo Drogba. El batir líneas y fijar la mirada en el arco contrario. Creo que el clásico ejemplo de verticalidad eficiente sería el ManU de la "2ª era" Ferguson. Es decir, la de la remontada en Camp Nou frente al Bayern: el 4-4-2 con apertura a bandas, centro y remate (doble "9" o en descuelgue de segunda línea). Probablemente mañana haga un artículo de alineaciones legendarias que haya visto.
    Ojo, verticalidad tampoco creo que sea sinónimo de patadón, sí de posesión rentabilizada con criterio y peligro. El Arsenal de Henry, Ljunberg, Gilberto, Pires, etc era otro equipo prototipo de verticalidad.

    @A&A
    Es estremecedor. Pone la piel de gallina total. Ese sueño constante, esperando que caiga un salvoconducto del cielo para escapar de la miseria.
    Gracias.

    ResponderEliminar
  6. Muy bien en nombrar a Egipto que en las últimas Copas de África tenía potencial de sobra para haber peleado en un Mundial frente a grandes selecciones. Rarezas de las clasificaciones y por desgracia se quedaron fuera. Creo que es la selección africana mas completa en la mayoría de los conceptos. Me gustaría ver más jugadores egipcios por europa.

    ResponderEliminar
  7. No sé si estare en lo cierto, pero creo que el batir líneas (usando el recurso que sea) es la única forma de llegar al área rival. Dado esto, la ruptura de líneas usando las bandas, ya sea con un desmarque, un rondo asociativo cerca a la cal al igual que un bochazo en diagonal buscando la espalda del contrario o al 9 propio generando la segunda jugada y el toque-toque (tiki-taka en español colombiano ^^) rápido además de punzante constituirían el concepto de verticalidad...

    Wow...aprendí bien Maestro? Alguna cosita que desees agregar o refutar? :D

    Te molesto mucho en esto porque estoy cocinando un post en donde se hablará de esto y necesito los ingredientes frescos, no vaya ser de que el producto final tenga mal sabor...

    ResponderEliminar